ENTREVISTA A:

JULIO ALONSO LLAMAZARES: «Literatura ligada a la Naturaleza y al despoblamiento del mundo rural»

BIOGRAFÍA

Julio Alonso Llamazares es un escritor español dedicado a la poesía, la novela y artículos periodísticos. Aunque se le sitúa en la Generación poética de los ochenta, prologada por Luis Antonio de Villena en Postnovísimos (1986), fue reconocido fundamentalmente a raíz de su trabajo como novelista.

Licenciado en derecho, abandonó muy pronto el ejercicio de la abogacía para dedicarse al periodismo en prensa escrita, radio y televisión.
Inició su carrera literaria con la publicación del libro de poemas La lentitud de los bueyes (1979). Posteriormente escribió un ensayo narrativo titulado El entierro de Genarín (1981), y regresó a la poesía con Memoria de la nieve (1982), poemario con el que ganó el Premio Literario Jorge Guillén.

Su trabajo como novelista es conocido a partir de la obras, Luna de lobos (1985), con una historia que versa sobre la sufrida existencia de los maquis surgidos de la guerra civil española; una epopeya anónima contada mediante un lenguaje de hondo calado poético.
Su segunda novela, La lluvia amarilla, de 1988, es un largo monólogo del último habitante de un pueblo del Pirineo de Huesca. La aldea de Anielle, abandonada por sus vecinos, parece desde una loma «un alud de losas y pizarras torturadas». Sólo queda allí Andrés de Casa Sosas, un anciano que ha sido testigo de la progresiva desolación, de la partida de los últimos vecinos, de la muerte de Sabina, su mujer. Entre el silencio y la soledad, el viejo Andrés deambula como un fantasma por las casas abandonadas, imaginando, en solitario monólogo interior, cómo reaccionarán los vecinos del pueblo próximo cuando se enteren de que él ha muerto.
Impenitente viajero, Julio Llamazares reunió sus peregrinas experiencias en diversos libros de viajes. En El río del olvido (1990) relató un viaje a pie siguiendo el curso del Curueño, el legendario río de su infancia «que atraviesa en vertical el corazón de la montaña leonesa» y, penetrando asimismo en el corazón del autor, le hace «regresar a los orígenes porque, aunque los paisajes permanezcan inmutables, una mirada jamás se repite». De 1998 son Tras-os-montes, sobre un viaje por la comarca portuguesa de Braganza, y Los viajeros de Madrid.

Sus principales artículos periodísticos integraron los volúmenes En Babia (1991) y Nadie escucha (1995). Ese mismo año, publicó la recopilación de relatos titulada En mitad de ninguna parte, y, posteriormente, Cuaderno del Duero (1999).
El cielo de Madrid (2005), Tanta pasión para nada (2011),
Las lágrimas de San Lorenzo (2013), y Distintas formas de mirar el agua (2015), son sus últimas obras publicadas.

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